La suerte y el éxito se pueden planificar. 
Junto a nosotros encontrará su visión.

En Tanzania, más del 90% de la población vive por debajo del mínimo vital y muchas familias no disponen ni siquiera de las necesidades más básicas para mantener a sus hijos. La falta de educación médica y sexual también hace que muchos niños nazcan sin ser deseados y no puedan ser alimentados. Por ello, muchas familias no tienen más remedio que abandonar, regalar o incluso vender a uno o varios de sus hijos para poder mantener al resto de la familia. 

Por ello, muchos niños nacidos en las regiones más pobres de Tanzania han perdido a sus padres a una edad temprana, ya sea por enfermedad, hambre, un crimen violento o porque tuvieron que abandonar la familia. Estos niños necesitan ayuda para desarrollarse. Sólo con el apoyo adecuado tienen una oportunidad real de llegar a la edad madura y ser capaces de cuidar de sí mismos y de sus familias bajo su propia responsabilidad. 

La guardería y el preescolar quieren dar a estos niños un futuro y sustituir a la familia que tanto necesitan para crecer sin preocupaciones. Al fin y al cabo, todos los niños merecen una infancia sin hambre ni miedo.

Gracias a la iniciativa de un solo profesor, se creó una guardería con preescolar en uno de los barrios más pobres de la ciudad de Moshi, en Tanzania. Los niños procedentes de entornos familiares a veces muy problemáticos reciben alimentos y una educación preescolar. Por favor, ayuda a la guardería para darles una oportunidad que de otro modo no tendrían.

El profesor Didi Paschal renunció a su trabajo en una escuela prestigiosa. Con sus propios fondos, alquiló una casa en el centro de Moshi y empezó a dar clases allí. Sus alumnos actuales tienen entre cinco y ocho años y proceden de las familias más pobres de la ciudad. Pasan el día en la guardería. Aquí reciben comida, pueden jugar, descansar. Aquí se les enseña. 

La educación es la clave del cambio. Y mientras más pronto comience, mejor puede funcionar.

En la guardería de Didi Paschal conoces a muchos niños inteligentes y simpáticos. Hay 20 en total. Su situación familiar suele ser extrema. Algunos padres tienen que mendigar. Algunos se ven empujados al alcohol por la desesperación. Los niños proceden de un barrio pobre de Moshi, en el noreste de Tanzania. La economía del país está creciendo. Sin embargo, sigue siendo uno de los países más pobres del mundo.

Muchos habitantes del país consideran, con razón, que la educación es una forma de salir de la miseria, pero los obstáculos resultan a menudo muy altos. Los niños de Moshi quieren aprender. Están motivados, tienen sueños. Todo lo que necesitan es una oportunidad.